miércoles, 28 de octubre de 2009

Programa Congreso

(click en la imagen para agrandar)

Aula Media
Campus María Teresa Brown de Ariztía,
Avda. El Bosque 1290, Viña del Mar.
Teléfono: 32/2274391
dirfil@ucv.cl


congresovideocultura@gmail.com



PROGRAMA

Jueves 5 de noviembre

[9:30-10:00: Café antes de empezar].

10:00 hrs: Palabras de apertura: Dr. Ricardo Espinoza.

Mesa 1: Arte y Videocultura (10:30- 13:00 hrs.).

10:30 - 11:00: Francisco Vega (PUCV): El ojo neobarroco. Políticas de la mirada en el cine de Ruiz.

11:00 - 11:30: Carlos Ossa (ARCIS): Las heridas visuales de la comunidad.

[11:30-12:00: Pausa Café]

12:00-12:30: Ignacio Uribe (PUCV): El arte como ídolo.

12:30-13:00: Discusión.

Modera: Tuillang Yuing.

[13:00-15:30: Almuerzo]

Mesa 2: Pensar (en) la Videocultura: pensamiento, historia, memoria (16:00-19:00 hrs.):

16:00-16:30: Kristof Fenyvesi (Jyväskylä University, Finland): 'There is still no easy way to be democratic: Digital Storytelling in the Digital Age in Eastern Europe'.

16:30-17:00: Guillermo Yáñez (CEVI): La configuración de lo transparente: pantalla y dispositivo digital.

[17:00-17:30: Pausa Café]

17:30-18:00: Alfred Holzbrecher (Dr. Titular Universidad Pedagógica de Friburgo): Interculturalidad y mediología fotográfica.
18:00-18:30: Gonzalo Leiva (PUC): Exposición de subjetividades: los caminos autorreferenciales en la Videocultura.

18:30-19:00: Discusión.

Modera: Patricia González.

[Café: 19:00-19:30]

Viernes 6 de noviembre.

Mesa 3: Lo audiovisual en la historia reciente de Latinoamérica. Cartografía geopolítica de una serie de convulsiones (10:30 –13:30 hrs.).

10:30-11:00: Pamela Soto (PUCV): El imaginario revolucionario en América Latina. Una reflexión sobre Ché de Korda.
11:00-11:30: Christian Miranda (PUCV): La imagen digital en el cine chileno: una nueva forma de representar la condición contemporánea.

[11:30-12:00: Pausa Café]

12:00-12:30: Gabriel Castillo (PUC): Réplica, desfase y temporalidad en el ciclo cinematográfico de la televisión chilena (1965-1978).

12:30-13:00: Javier Zoro (Escuela de Cine de Chile): ¿Cómo hacer una sinfonía urbana hoy? Apuntes en medio de un rodaje.

13:00-13:30: Discusión.

Modera: Rocío Rivas.

[13:30-16:00: Almuerzo]

Mesa 4: Epistemología y producción de subjetividad en medio de las imágenes (16:00-18:00 hrs.).

16:00-16:30: Ricardo Espinoza (PUCV): Pensamientos visuales.

16:30-17:00: Luis Sánchez (PUCV): Sobre el texto y la imagen en Jean-Luc Godard: el tiempo de la muerte.

17:00-17:30: Cecilia Sánchez (U.ARCIS; UAHC): Espectros, montajes y exhibiciones.

17:30-18:00: Discusión.

Modera: Martín Figueroa.

18:00 hrs: Palabras de clausura: Luis Sánchez.

[18:30-19:00: Café]
CONGRESO

AVATARES DE LA VIDEOCULTURA
POLÍTICAS DE LA PERCEPCIÓN EN UN MUNDO DEVENIDO IMAGEN

5 Y 6 DE NOVIEMBRE 2009

PANORAMA TEÓRICO DEL CONGRESO

La Videocultura puede ser entendida como el conjunto de medios audiovisuales distribuidos globalmente que determinan la constitución de las subjetividades y la percepción de las cosas en la época presente. Aparece en una coyuntura histórica precisa como resultado de un proceso de refinamiento técnico de los medios de representación: las imágenes (desde la fotografía, pasando por el cinematógrafo, hasta el digital) se sofistican progresivamente y multiplican. Es efecto y consumación de esta tendencia, no sólo en cuanto a la precisión técnica de registro (detalle y movimiento), sino también en relación a la potencia de masificación. Así, tanto la recontextualización de sus posibilidades en medios amplios como la televisión, como su nueva vida en formatos de fácil manipulación y acceso fundados en soporte numérico, son cuestiones de suma importancia.

En esta situación a la vez amplia y determinada, es lícito plantear la problemática que sigue. En los inicios, lo audiovisual fue abordado como instrumento de pensamiento que garantizaría una percepción crítica de reforma de los cuerpos y la historia –más bien, de los cuerpos en la historia. El cine, por ejemplo, fue explícitamente visto de este modo, tanto en la práctica como en la necesaria teoría que debía acompañarlo, en casos paradigmáticos como los de Eisenstein, Artaud, Vertov y Benjamin. Desde los inicios de lo audiovisual hasta la encrucijada presente, en la que reina el dominio estético, político y difusivo de una industria cultural que promueve las emociones leves y la desaparición de la crítica, ¿en qué sentido ha variado el ejercicio productor de las imágenes que se hace cargo de la historia?, ¿la piensa para reformarla, la presenta a fin de cambiar su signo? De todas maneras, y principalmente, ¿es esto aún viable? Si no lo es, ¿de acuerdo a qué estrategia omnipresente del poder? Si lo es, ¿siguiendo qué astucias de la resistencia?

En la constelación de estos diagnósticos e interrogantes, y con el objetivo de centrar de forma más acotada el problema de la situación presente de los productos audiovisuales en el contexto de la Videocultura, manejaremos la siguiente disposición de tentativas de búsqueda y resolución:

1. Pensar (en) la Videocultura: pensamiento, historia, memoria.

Cabe preguntar qué estatuto tendría el pensamiento en un espacio configurado a través de las mutaciones de la Videocultura, qué sentidos y estrategias se le ofrecerían a la crítica en este quiebre epistemológico que, dada la potencia técnica de sus medios, extiende la simulación a campos insospechados, poniendo en crisis la legitimidad de los saberes y las prácticas, caso patente respecto al estatuto de la ficcionalidad. Así, se hace igualmente necesario interrogar cómo han sido modulados o transformados los modos de problematizar la experiencia histórica y la memoria.

Gran parte de la producción audiovisual está destinada a comunicar una experiencia de escape, tranquilizadora, hipnotizante en la quietud y seguridad de la sala de proyección o ante la pantalla de televisión. Desde el nacimiento del cinematógrafo hasta hoy, esta tendencia ha dominado progresivamente. Pero han existido y existen experiencias intersticiales, no demasiado visibles en el vociferante panorama de la industria mundial, que responden a otra lógica. Estas expresiones –inquietantes, perturbadoras-, cada una de modos muy particulares y muchas veces aparentemente contradictorios, movilizan un desasosiego que remece, que descoloca las percepciones de la materia y sus intercambios (activando el recuerdo, mostrando la geometría plana o lacerada de los cuerpos, iluminando la ciudad desde sus rincones secretos hasta sus lugares manifiestos), pretendiendo así enseñar a observar de un modo otro.

2. Arte y Videocultura.

Los artefactos e ingenios tecnológicos que conforman el entramado audiovisual de la coyuntura presente que se ha dado en llamar Videocultura, reproducen por doquier y aceleradamente las glorias artísticas. La reproductibilidad técnica ubica la “obra maestra” junto a productos de consumo masivo, la hace vivir repetidamente en contextos vulgares hasta transformarla en un esteticismo, en el cual -en el extremo digital o numérico de este proceso- el objeto artístico vuelto imagen o índice está a disposición del artista privado, del consumidor o del usuario. En medio de esta situación, la obra de arte pierde sus últimos rastros de solemnidad. Esto en la medida en que ya se hace inviable su experiencia como manifestación sensible (y, por tanto, nunca completa) de la Idea o como expresión (siempre en deuda) de una riqueza subjetiva, con todas las implicancias críticas que estas concepciones conllevan. La problemática así abierta hace referencia a la condición de los objetos artísticos al momento de ser apropiados por los medios audiovisuales.

3. Epistemología y producción de subjetividad en medio de las imágenes.

La mutación del escenario capitalista postindustrial, desde los inicios del siglo por lo menos, y de forma evidente desde la posguerra, ha generado campos de interacción simbólica y prácticas culturales que han hecho evidente la necesidad de problematizar y reevaluar los paradigmas heredados respecto a la conformación de la subjetividad y sus espacios de intervención y diagnóstico. Abordar este cambio de situación ha implicado así la revisión de aquellas pautas de análisis que soslayaban los registros semióticos de la imagen o los regímenes visuales como medios útiles para comprender la estructuración de la subjetividad y las prácticas socio-políticas.

Dentro de este cambio, donde se hace hegemónico el soporte video, es posible entonces hablar de un quiebre o una ruptura epistemológica. La Videocultura ofrecería, con sus mutaciones tecnológicas, un cambio en las formas de archivación y, con ello, en las formas de construir y vincular los recuerdos y los traumas. El archivo videocultural modula la percepción de las cosas desafiando el sistema de nuestras representaciones, cobijando la heterogeneidad y fragmentación en nuestra memoria, entendida ésta ya no como una facultad operativa trascendente sino como un hacer-memoria, que es recodificado por el plexo de los nuevos archivos técnicos disponibles.

4. Lo audiovisual en la historia reciente de Latinoamérica. Cartografía geopolítica de una serie de convulsiones.

La intención de esta línea temática es diagnosticar cómo los productos audiovisuales latinoamericanos han desplegado una cartografía política precisa y cómo han variado sus intentos de resolución crítica. Todo esto con el fin de rastrear las direcciones de la producción latinoamericana en el marco del “mundo devenido imagen”. Se trata de desarrollar, desde distintos puntos de vista, una reflexión en torno a las plasmaciones estético-políticas movilizadas por estos productos audiovisuales, entendidos como barómetros de la historia. Para concretar algo más la situación, se podría aventurar la hipótesis de que lo audiovisual en Latinoamérica ha pasado por tres trances generales durante las últimas décadas. Es así como la plasmación audiovisual, como vivencia crítica de las situaciones y percepciones instituidas, se daría en Latinoamérica bajo el signo (o el yugo) de una secuencia común: experiencia revolucionaria, estrategia de solapamiento ante la homogeneización y brutalidad dictatorial, regreso de una democracia que, en la situación actual, es la expresión del dominio planetario del capitalismo postindustrial.